Síndrome de la muerte de cuna
La causa del síndrome de muerte súbita del lactante, mejor conocido como muerte de cuna, se desconoce. En la actualidad, muchos médicos e investigadores creen que es ocasionado por muchos factores, entre ellos:
Problemas con la capacidad del bebé para despertar (estimulación del sueño).
Incapacidad del cuerpo del bebé para detectar acumulación de dióxido de carbono en la sangre.
Las tasas del síndrome de muerte súbita del lactante, han bajado en forma considerable desde que los médicos comenzaron a recomendar que se acostara a los bebés de lado o boca arriba para reducir la probabilidad del problema.
La muerte de cuna tiene más probabilidades de ocurrir entre los 2 y 4 meses de edad y afecta más a los niños que a las niñas. La mayoría de las muertes por SMSL se presentan durante el invierno.
Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo
Dormir boca abajo.
Estar en un ambiente con humo de cigarrillo mientras está en el útero o después de nacer.
Tendidos de cama blandos en las cunas.
Partos múltiples (ser mellizo, trillizo, etc.).
Partos prematuros.
Tener un hermano o hermana que padeció Síndrome de cuna.
Madres que fuman o consumen sustancias psicoactivas.
Nacer de madre adolescente.
Intervalos de tiempo cortos entre embarazos.
Cuidado prenatal tardío o ausencia de éste.
Vivir en condiciones de pobreza.
Aunque los estudios muestran que los bebés con los factores de riesgo antes mencionados presentan más probabilidades de resultar afectados, el impacto o importancia de cada factor aún no está bien definido ni entendido.
Síntomas
Casi todas las muertes por Síndrome de muerte de cuna se presentan sin ningún aviso ni síntoma. La muerte ocurre cuando se cree que el bebé está durmiendo.
Pruebas y exámenes
Con los resultados de la autopsia no se puede confirmar la causa de muerte. Sin embargo, la información de una autopsia puede aportar al conocimiento general sobre este síndrome. Las leyes del estado pueden exigir una autopsia en caso de una muerte inexplicable.
Prevención
La Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics) recomienda lo siguiente:
Ponga siempre a un bebé a dormir boca arriba (incluso durante las siestas). No acueste a un bebé a dormir boca abajo. Asimismo, un bebé se puede voltear boca abajo estando de lado, así que esta posición se debe evitar.
Verifique que la temperatura ambiente no esté muy alta. La temperatura ambiente debe ser confortable para un adulto con ropas ligeras. El bebé no debe estar caliente al tacto.
Ponga a los bebés a dormir sobre una superficie firme (como una cuna). Nunca permita que el bebé duerma en la cama con otros niños o adultos y tampoco lo acueste a dormir sobre otras superficies, como un sofá.
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